MANDINGA, CONGO, CARABALÍ
A la sombra de ese gran árbol poético que es José Martí nacieron otros árboles robustos y frondosos en el concierto lírico cubano del siglo XX. Estoy pensando en: José Lezama Lima, Nicolás Guillén, Dulce María Loynaz, Eliseo Diego, Virgilio Piñera....
De entre todos, le ha tocado en suerte a Guillén recibir el título de Poeta Nacional de Cuba, distinción que debió pesar sobre sus hombros como una loza de responsabilidad, en una isla rodeada de poetas por todas partes, y sobre todo, de poetas mayores.
Cuando pienso en Nicolás Guillén visualizo perfectamente a un señor bajito y regordete, vestido de guayabera blanca, con sus gafas para ayudarse a leer, su pelo canoso y bien peinado y las típicas facciones de un mulato: nariz ancha, y labios gruesos.
Nicolás Guillén Batista nació en la ciudad de Camaguey el 2 de julio de 1902. Su padres, Nicolás Guillén Urra y su madre Argelia Batista Arrieta conformaban una familia que, sin perder ve vista el hecho de que no eran blancos, podríamos catalogar de privilegiada, teniendo en cuenta la situación de desigualdad social que sufrían las personas de raza negra o mulata en la Cuba de entonces.
Su padre, periodista de profesión, llegó a desempeñarse como senador en tiempos del presidente Mario García Menocal. Su temprana muerte, en medio de una revuelta política en 1917, sumió en la pobreza a su familia.
Nicolás tenía entonces 15 años, y este fatal acontecimiento marcaría su vida para siempre. Ante tamaña adversidad, su madre Argelia debió encargarse del cuidado y la educación de sus hijos entre restricciones y penurias.
Culmina el bachillerato en 1919 y en 1920 comienza a publicar sus primeros versos en revistas literarias como Camagüey Gráfico, de su ciudad natal, u Orto, una revista literaria de la vecina ciudad de Manzanillo. Su obra de entonces, fue reunida en un poemario de corte modernista titulado Cerebro y Corazón, el cual no vería la luz hasta 50 años después cuando publicara sus Obras Completas.
En 1922 marcha a La Habana para estudiar la carrera de Derecho en la Universidad capitalina. Su paso por la “acrópolis” universitaria fue breve. Terminó abandonando los estudios en los cuales no encontró una verdadera motivación.
Regresó a su ciudad natal, desempeñando entre otras, la labor de redactor del diario El Camagüeyano, también se desempeñaría como empleado del Ayuntamiento municipal.
En 1926 regresa a La Habana y consigue un puesto en la secretaría de gobernación. Una vez instalado en la capital, se intensifica su vida literaria e intelectual. Trabó amistad con Fernando Ortiz, el gran etnólogo cubano, quien facilitó su encuentro con personalidades de la cultura como el poeta Federico García Lorca, o el poeta norteamericano Langston Hughes, personalidades que dejarían su huella en el pensamiento y la actividad creativa del joven poeta.
En 1930 publica Motivos de Son, poemario que le ayudó a alcanzar cierta notoriedad como versificador. Al año siguiente, y gracias a un premio que alcanzó en la lotería nacional, publicó el poemario Sóngoro Cosongo, poemas mulatos, con los cuales, se consagra como el exponente más importante de la poesía negra o afrocubana, corriente representativa del vanguardismo poético en Cuba.
En 1934 publica West Indies, Ltd, un poemario que ve la luz en medio de la convulsa situación política de la isla, marcada por el golpe de Estado del entonces sargento Fulgencio Batista, el 4 de septiembre de 1933. Podemos advertir en la poesía de estos años un claro interés por la realidad política y social que le rodea.
El 19 de enero de 1937 viaja junto con Juan Marinello a México para participar en el congreso organizado por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de aquel país. Allí conoce a importantes personalidades de la cultura mexicana como los pintores Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, entre otros.
Ese año, en plena Guerra Civil, viaja a España donde participa en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, celebrado en Barcelona, Valencia y Madrid. Allí se relaciona con personalidades cimeras de la intelectualidad de entonces como: Antonio Machado, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Rafael Alberti, César Vallejo, León Felipe, Juan Chabás, Octavio Paz, Tristán Tzara, Anna Seghers, Ilya Ehrenburg, Ernest Hemingway entre otros. Ese año ingresa en el partido comunista, en el cual militará hasta su muerte.
Regresa a Cuba en medio de una difícil situación, una vez que se ilegalizara el partido comunista. Durante todos esos años no dejó de participar activamente en la vida cultural y política del país.
En 1945 comienza una larga gira por diferentes países sudamericanos como: Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Uruguay, Brasil y Argentina, la cual le permite conocer de primera mano la realidad de esos pueblos.
En 1947 publica en Buenos Aires El son entero. Cuatro años después, en 1951, publica su Elegía a Jesús Menéndez, homenaje al líder obrero cubano con quien le había unido una estrecha amistad. Ese mismo año participa en el Consejo Mundial por la Paz, en Praga y en Viena. Al año siguiente, viaja a la URSS, a la República Popular China y a Mongolia. En Cuba escribe Las coplas de Juan Descalzo y publica la Elegía Cubana.
A partir del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, perpetrado por Fulgencio Batista, se ve obligado a marchar al exilio, ante el peligro que corría de ser encarcelado por orden del régimen.
En 1954 viaja a Estocolmo, para participar en el Congreso de la Paz, y recibe el Premio Lenin de la Paz. En 1956 viaja a París, Bucarest, Varsovia, Budapest, Praga y Bruselas. En 1958 está en París, y el 1 de enero de 1959 se encuentra en Buenos Aires, desde donde regresa inmediatamente a la isla.
En 1961 se funda la Unión Nacional de Escritores y Artistas (UNEAC) de la cual fue elegido presidente, cargo que detentó hasta su muerte. En 1962 publica Prosa con Prisa, recopilación de sus trabajos periodísticos, crónicas y comentarios sobre temas diversos. En 1964 se publica su poesía de amor, Tengo y su Antología Mayor. En 1967 aparece El Gran Zoo, y en 1969, sus cuatro canciones para el Ché, quien había muerto dos años antes.
En 1972 sale a la luz La Rueda Dentada y Diario que a diario. En 1979 se publica su Nueva Antología Mayor, y en 1982 se lleva a cabo la publicación de su Obra Poética en dos tomos. En 1983, recibe el Premio Nacional de Literatura, y desde entonces hasta su muerte, ocurrida en 17 de julio de 1989, el Estado Cubano a través de sus diferentes instituciones culturales, no ha dejado de preocuparse por publicar su obra y ponerla al servicio del pueblo.
Hoy nos queda para siempre la voz inigualable del poeta mayor que supo poner su intelecto y su genialidad a favor de las causas justas, y que murió con la dicha de ver triunfar en Cuba las ideas de igualdad y justicia social que tanto defendió. Para Nicolás Guillén, el reconocimiento de su pueblo que lo quiere y lo admira, y que en este nuevo aniversario de su natalicio, le sigue regalando el Son entero.
A la sombra de ese gran árbol poético que es José Martí nacieron otros árboles robustos y frondosos en el concierto lírico cubano del siglo XX. Estoy pensando en: José Lezama Lima, Nicolás Guillén, Dulce María Loynaz, Eliseo Diego, Virgilio Piñera....
De entre todos, le ha tocado en suerte a Guillén recibir el título de Poeta Nacional de Cuba, distinción que debió pesar sobre sus hombros como una loza de responsabilidad, en una isla rodeada de poetas por todas partes, y sobre todo, de poetas mayores.
Cuando pienso en Nicolás Guillén visualizo perfectamente a un señor bajito y regordete, vestido de guayabera blanca, con sus gafas para ayudarse a leer, su pelo canoso y bien peinado y las típicas facciones de un mulato: nariz ancha, y labios gruesos.
Nicolás Guillén Batista nació en la ciudad de Camaguey el 2 de julio de 1902. Su padres, Nicolás Guillén Urra y su madre Argelia Batista Arrieta conformaban una familia que, sin perder ve vista el hecho de que no eran blancos, podríamos catalogar de privilegiada, teniendo en cuenta la situación de desigualdad social que sufrían las personas de raza negra o mulata en la Cuba de entonces.
Su padre, periodista de profesión, llegó a desempeñarse como senador en tiempos del presidente Mario García Menocal. Su temprana muerte, en medio de una revuelta política en 1917, sumió en la pobreza a su familia.
Nicolás tenía entonces 15 años, y este fatal acontecimiento marcaría su vida para siempre. Ante tamaña adversidad, su madre Argelia debió encargarse del cuidado y la educación de sus hijos entre restricciones y penurias.
Culmina el bachillerato en 1919 y en 1920 comienza a publicar sus primeros versos en revistas literarias como Camagüey Gráfico, de su ciudad natal, u Orto, una revista literaria de la vecina ciudad de Manzanillo. Su obra de entonces, fue reunida en un poemario de corte modernista titulado Cerebro y Corazón, el cual no vería la luz hasta 50 años después cuando publicara sus Obras Completas.
En 1922 marcha a La Habana para estudiar la carrera de Derecho en la Universidad capitalina. Su paso por la “acrópolis” universitaria fue breve. Terminó abandonando los estudios en los cuales no encontró una verdadera motivación.
Regresó a su ciudad natal, desempeñando entre otras, la labor de redactor del diario El Camagüeyano, también se desempeñaría como empleado del Ayuntamiento municipal.
En 1926 regresa a La Habana y consigue un puesto en la secretaría de gobernación. Una vez instalado en la capital, se intensifica su vida literaria e intelectual. Trabó amistad con Fernando Ortiz, el gran etnólogo cubano, quien facilitó su encuentro con personalidades de la cultura como el poeta Federico García Lorca, o el poeta norteamericano Langston Hughes, personalidades que dejarían su huella en el pensamiento y la actividad creativa del joven poeta.
En 1930 publica Motivos de Son, poemario que le ayudó a alcanzar cierta notoriedad como versificador. Al año siguiente, y gracias a un premio que alcanzó en la lotería nacional, publicó el poemario Sóngoro Cosongo, poemas mulatos, con los cuales, se consagra como el exponente más importante de la poesía negra o afrocubana, corriente representativa del vanguardismo poético en Cuba.
En 1934 publica West Indies, Ltd, un poemario que ve la luz en medio de la convulsa situación política de la isla, marcada por el golpe de Estado del entonces sargento Fulgencio Batista, el 4 de septiembre de 1933. Podemos advertir en la poesía de estos años un claro interés por la realidad política y social que le rodea.
El 19 de enero de 1937 viaja junto con Juan Marinello a México para participar en el congreso organizado por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de aquel país. Allí conoce a importantes personalidades de la cultura mexicana como los pintores Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, entre otros.
Ese año, en plena Guerra Civil, viaja a España donde participa en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, celebrado en Barcelona, Valencia y Madrid. Allí se relaciona con personalidades cimeras de la intelectualidad de entonces como: Antonio Machado, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Rafael Alberti, César Vallejo, León Felipe, Juan Chabás, Octavio Paz, Tristán Tzara, Anna Seghers, Ilya Ehrenburg, Ernest Hemingway entre otros. Ese año ingresa en el partido comunista, en el cual militará hasta su muerte.
Regresa a Cuba en medio de una difícil situación, una vez que se ilegalizara el partido comunista. Durante todos esos años no dejó de participar activamente en la vida cultural y política del país.
En 1945 comienza una larga gira por diferentes países sudamericanos como: Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Uruguay, Brasil y Argentina, la cual le permite conocer de primera mano la realidad de esos pueblos.
En 1947 publica en Buenos Aires El son entero. Cuatro años después, en 1951, publica su Elegía a Jesús Menéndez, homenaje al líder obrero cubano con quien le había unido una estrecha amistad. Ese mismo año participa en el Consejo Mundial por la Paz, en Praga y en Viena. Al año siguiente, viaja a la URSS, a la República Popular China y a Mongolia. En Cuba escribe Las coplas de Juan Descalzo y publica la Elegía Cubana.
A partir del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, perpetrado por Fulgencio Batista, se ve obligado a marchar al exilio, ante el peligro que corría de ser encarcelado por orden del régimen.
En 1954 viaja a Estocolmo, para participar en el Congreso de la Paz, y recibe el Premio Lenin de la Paz. En 1956 viaja a París, Bucarest, Varsovia, Budapest, Praga y Bruselas. En 1958 está en París, y el 1 de enero de 1959 se encuentra en Buenos Aires, desde donde regresa inmediatamente a la isla.
En 1961 se funda la Unión Nacional de Escritores y Artistas (UNEAC) de la cual fue elegido presidente, cargo que detentó hasta su muerte. En 1962 publica Prosa con Prisa, recopilación de sus trabajos periodísticos, crónicas y comentarios sobre temas diversos. En 1964 se publica su poesía de amor, Tengo y su Antología Mayor. En 1967 aparece El Gran Zoo, y en 1969, sus cuatro canciones para el Ché, quien había muerto dos años antes.
En 1972 sale a la luz La Rueda Dentada y Diario que a diario. En 1979 se publica su Nueva Antología Mayor, y en 1982 se lleva a cabo la publicación de su Obra Poética en dos tomos. En 1983, recibe el Premio Nacional de Literatura, y desde entonces hasta su muerte, ocurrida en 17 de julio de 1989, el Estado Cubano a través de sus diferentes instituciones culturales, no ha dejado de preocuparse por publicar su obra y ponerla al servicio del pueblo.
Hoy nos queda para siempre la voz inigualable del poeta mayor que supo poner su intelecto y su genialidad a favor de las causas justas, y que murió con la dicha de ver triunfar en Cuba las ideas de igualdad y justicia social que tanto defendió. Para Nicolás Guillén, el reconocimiento de su pueblo que lo quiere y lo admira, y que en este nuevo aniversario de su natalicio, le sigue regalando el Son entero.
TADEO
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