LOBOS
Dicen que se están acabando los lobos. Cada vez hay menos en el mundo, y las ovejas aplauden contentas. Ahora les importa menos que las esquilen. Lucen sus cuerpos desnudos sabiendo que sus depredadores están de capa caída.
Rara vez se ve un lobo merodeando por las ciudades, y si alguno se atreve a acercarse a la morada de los humanos, lo hacen de madrugada y con mil cuidados. Son como sombras, como fantasmas, sin que sus colmillos y sus aullidos consigan intimidar a nadie.
La otra noche salí a darme un paseo. Me sentí lobo desdentado. Lancé mi aullido imperceptible y ni siquiera la luna llena mostró interés.
Quién lo iba a imaginar. Hoy nadie asusta más en las madrugadas del mundo que las caperucitas. Ellas curiosamente ensayan sus aullidos y cazan lobos tristes y asustados y con ellos calman su necesidad de carne y de sangre fresca. La carne dispuesta a ser mordida, violada, mutilada.
Bailan, aúllan, arden y pierden la cabeza mientras los lobos tiemblan.
TADEO
miércoles, 6 de mayo de 2009
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2 comentarios:
Hola Tadeo:
Inquietante relato el tuyo. Un mundo donde el lobo deja de ser el villano, las ovejas ni siquieran les deben prestar su piel y la insospechada sordidez de las caperucitas, ha tergiversado el mundo de los tópicos.
Estupenda narración por cierto. Si las palabras dicen mucho, las entrelíneas dicen mucho más.
Te quiero agradecer tus comentarios en mi blog, me han encanado (turgencia/urgencia, habrá sido mi inconciente, jaja)
Te paso la dirección de mi nuevo blog de cuentos:
http://lanavedelg.blogspot.com/
Un cariño grande.
Hola Liliana:
Gracias por pasarte por mi blog de recreo. Aquí pongo lo que sobra de los otros 3, jejeje. Pasan poco por aquí y yo lo actualizo poco, así que me asombra que te haya gustado este texto. Me siento muy feliz. Pasaré sin falta por tu otro blog. Besitos:
Tadeo
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