sábado, 26 de mayo de 2007

MANDINGA, CONGO, CARABALÍ


MANDINGA, CONGO, CARABALÍ

A la sombra de ese gran árbol poético que es José Martí nacieron otros árboles robustos y frondosos en el concierto lírico cubano del siglo XX. Estoy pensando en: José Lezama Lima, Nicolás Guillén, Dulce María Loynaz, Eliseo Diego, Virgilio Piñera....

De entre todos, le ha tocado en suerte a Guillén recibir el título de Poeta Nacional de Cuba, distinción que debió pesar sobre sus hombros como una loza de responsabilidad, en una isla rodeada de poetas por todas partes, y sobre todo, de poetas mayores.

Cuando pienso en Nicolás Guillén visualizo perfectamente a un señor bajito y regordete, vestido de guayabera blanca, con sus gafas para ayudarse a leer, su pelo canoso y bien peinado y las típicas facciones de un mulato: nariz ancha, y labios gruesos.

Nicolás Guillén Batista nació en la ciudad de Camaguey el 2 de julio de 1902. Su padres, Nicolás Guillén Urra y su madre Argelia Batista Arrieta conformaban una familia que, sin perder ve vista el hecho de que no eran blancos, podríamos catalogar de privilegiada, teniendo en cuenta la situación de desigualdad social que sufrían las personas de raza negra o mulata en la Cuba de entonces.

Su padre, periodista de profesión, llegó a desempeñarse como senador en tiempos del presidente Mario García Menocal. Su temprana muerte, en medio de una revuelta política en 1917, sumió en la pobreza a su familia.
Nicolás tenía entonces 15 años, y este fatal acontecimiento marcaría su vida para siempre. Ante tamaña adversidad, su madre Argelia debió encargarse del cuidado y la educación de sus hijos entre restricciones y penurias.
Culmina el bachillerato en 1919 y en 1920 comienza a publicar sus primeros versos en revistas literarias como Camagüey Gráfico, de su ciudad natal, u Orto, una revista literaria de la vecina ciudad de Manzanillo. Su obra de entonces, fue reunida en un poemario de corte modernista titulado Cerebro y Corazón, el cual no vería la luz hasta 50 años después cuando publicara sus Obras Completas.

En 1922 marcha a La Habana para estudiar la carrera de Derecho en la Universidad capitalina. Su paso por la “acrópolis” universitaria fue breve. Terminó abandonando los estudios en los cuales no encontró una verdadera motivación.

Regresó a su ciudad natal, desempeñando entre otras, la labor de redactor del diario El Camagüeyano, también se desempeñaría como empleado del Ayuntamiento municipal.

En 1926 regresa a La Habana y consigue un puesto en la secretaría de gobernación. Una vez instalado en la capital, se intensifica su vida literaria e intelectual. Trabó amistad con Fernando Ortiz, el gran etnólogo cubano, quien facilitó su encuentro con personalidades de la cultura como el poeta Federico García Lorca, o el poeta norteamericano Langston Hughes, personalidades que dejarían su huella en el pensamiento y la actividad creativa del joven poeta.

En 1930 publica Motivos de Son, poemario que le ayudó a alcanzar cierta notoriedad como versificador. Al año siguiente, y gracias a un premio que alcanzó en la lotería nacional, publicó el poemario Sóngoro Cosongo, poemas mulatos, con los cuales, se consagra como el exponente más importante de la poesía negra o afrocubana, corriente representativa del vanguardismo poético en Cuba.

En 1934 publica West Indies, Ltd, un poemario que ve la luz en medio de la convulsa situación política de la isla, marcada por el golpe de Estado del entonces sargento Fulgencio Batista, el 4 de septiembre de 1933. Podemos advertir en la poesía de estos años un claro interés por la realidad política y social que le rodea.

El 19 de enero de 1937 viaja junto con Juan Marinello a México para participar en el congreso organizado por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de aquel país. Allí conoce a importantes personalidades de la cultura mexicana como los pintores Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, entre otros.

Ese año, en plena Guerra Civil, viaja a España donde participa en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, celebrado en Barcelona, Valencia y Madrid. Allí se relaciona con personalidades cimeras de la intelectualidad de entonces como: Antonio Machado, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Rafael Alberti, César Vallejo, León Felipe, Juan Chabás, Octavio Paz, Tristán Tzara, Anna Seghers, Ilya Ehrenburg, Ernest Hemingway entre otros. Ese año ingresa en el partido comunista, en el cual militará hasta su muerte.
Regresa a Cuba en medio de una difícil situación, una vez que se ilegalizara el partido comunista. Durante todos esos años no dejó de participar activamente en la vida cultural y política del país.

En 1945 comienza una larga gira por diferentes países sudamericanos como: Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Uruguay, Brasil y Argentina, la cual le permite conocer de primera mano la realidad de esos pueblos.

En 1947 publica en Buenos Aires El son entero. Cuatro años después, en 1951, publica su Elegía a Jesús Menéndez, homenaje al líder obrero cubano con quien le había unido una estrecha amistad. Ese mismo año participa en el Consejo Mundial por la Paz, en Praga y en Viena. Al año siguiente, viaja a la URSS, a la República Popular China y a Mongolia. En Cuba escribe Las coplas de Juan Descalzo y publica la Elegía Cubana.

A partir del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, perpetrado por Fulgencio Batista, se ve obligado a marchar al exilio, ante el peligro que corría de ser encarcelado por orden del régimen.

En 1954 viaja a Estocolmo, para participar en el Congreso de la Paz, y recibe el Premio Lenin de la Paz. En 1956 viaja a París, Bucarest, Varsovia, Budapest, Praga y Bruselas. En 1958 está en París, y el 1 de enero de 1959 se encuentra en Buenos Aires, desde donde regresa inmediatamente a la isla.

En 1961 se funda la Unión Nacional de Escritores y Artistas (UNEAC) de la cual fue elegido presidente, cargo que detentó hasta su muerte. En 1962 publica Prosa con Prisa, recopilación de sus trabajos periodísticos, crónicas y comentarios sobre temas diversos. En 1964 se publica su poesía de amor, Tengo y su Antología Mayor. En 1967 aparece El Gran Zoo, y en 1969, sus cuatro canciones para el Ché, quien había muerto dos años antes.

En 1972 sale a la luz La Rueda Dentada y Diario que a diario. En 1979 se publica su Nueva Antología Mayor, y en 1982 se lleva a cabo la publicación de su Obra Poética en dos tomos. En 1983, recibe el Premio Nacional de Literatura, y desde entonces hasta su muerte, ocurrida en 17 de julio de 1989, el Estado Cubano a través de sus diferentes instituciones culturales, no ha dejado de preocuparse por publicar su obra y ponerla al servicio del pueblo.
Hoy nos queda para siempre la voz inigualable del poeta mayor que supo poner su intelecto y su genialidad a favor de las causas justas, y que murió con la dicha de ver triunfar en Cuba las ideas de igualdad y justicia social que tanto defendió. Para Nicolás Guillén, el reconocimiento de su pueblo que lo quiere y lo admira, y que en este nuevo aniversario de su natalicio, le sigue regalando el Son entero.


TADEO

lunes, 14 de mayo de 2007

EN CUEROS


EN CUEROS

El fotógrafo norteamericano Spencer Tunick tiene el don de hacer que miles de personas al unísono puedan convivir en total desnudez rompiendo de ese modo las barreras del pudor, las cuales han sido cimentadas en la mente de los hombres durante siglos.

Es curioso que mientras el ser humano a lo largo del siglo XX ha ido echando abajo muchas de las barreras mentales heredadas de aquellas sociedades que nos precedieron, el desnudo sigue estando ahí como uno de los tabúes más grandes a vencer.

Cuando veo a la gente desnudándose delante de sus semejantes, lo mismo en estas poses artísticas, como en las playas nudistas, me pregunto qué pasará por la mente de los protagonistas en ese momento.

Por ser cubano, mi experiencia en el mundo del nudismo es muy limitada. Cierto es que en la isla caribeña somos bastante desinhibidos a la hora de hablar y practicar sexo, pero no tenemos experiencias nudistas, pues es algo que no se permite en nuestras playas.

Apenas he leído artículos de opinión donde se plantee el tema de la posibilidad de permitir las prácticas naturistas para cubanos en nuestras deliciosas playas. No sé qué opinión tendrán al respecto las autoridades de la isla.

Sí puedo decir que tuve la oportunidad de visitar alguna vez playas nudistas en España y la experiencia fue intensa y liberadora.

Recuerdo que la primera vez que fui a una de estas playas, no fui capaz de alejarme de mi toalla. Me mantuve en ella, y me puse el traje de baño para entrar al agua. Pero en mi posterior visita, ya me animé a bañarme desnudo y a preocuparme poco por mis tabúes.

En Cuba existen varias leyendas urbanas sobre las playas nudistas. Muchas veces escuché en la isla decir a la gente aquello de que en esas playas había policías vigilando a la gente para ver si tenían erecciones, y que en caso de que eso ocurriera, te ganabas que te echaran de ese lugar.

Cuando le conté esto a mis amigos españoles, se reían, porque no concebían que a alguien se le ocurriera una idea tan descabellada.

Una vez desnudo y paseándome por aquellas playas, y disfrutando del contacto directo con la naturaleza, y también, (como no) de la belleza del cuerpo desnudo de las féminas, y de la belleza del acto de estar allí compartiendo nuestros cuerpos, sentí que todos esos tabúes relacionados con la desnudez, pesaban mucho, que era como un pesado lastre, y comprendí entonces, que más tarde o más temprano, el ser humano terminará liberándose de ellos.

Si nos ponemos a pensar, resulta descabellado que cueste tanto trabajo liberarnos de nuestros cuerpos, que vivamos dentro de un vehículo, que se convierte en un verdadero problema de portar, no sólo por lo pesado que es, por la necesidad de alimentarlo, por lo frágil y propenso a las enfermedades, sino también porque no podemos mostrarlo en público tal y como es porque nos da vergüenza y porque vivimos todavía en un mundo donde mostrar el cuerpo públicamente puede ser entendido como una provocación o un acto de indecencia.

Spencer Tunick ha creado para miles y miles de personas de todo el mundo, el marco ideal para poderse liberar lo más posible de la pesada carga de sus propios cuerpos. Nunca es más consciente de que aparte de cuerpo, tenemos un alma, un vehículo superior e inmaterial, que cuando, por darle protagonismo al cuerpo, de algún modo se lo quitamos, porque deja de ser nuestro tesoro, deja de ser nuestro santo santorum sólo destinado a ser visto, tocado y gozado por unos pocos elegidos.

Creo que esta actitud hacia el cuerpo, nos va acercando cada vez más a nuestra verdadera esencia humana, y nos va a permitir experimentar esa sensación mágica de sentirnos verdaderamente hermanados con la humanidad, como lo que somos realmente: células de un mismo cuerpo.

TADEO

viernes, 11 de mayo de 2007

¿TE GUSTA SER MUJER?

FOTO DE HELMUT NEWTON


¿Te gusta ser mujer? le he preguntado a lo largo de mi vida a muchas mujeres, y he recibido respuestas para todos los gustos. Sobre este tema, como sobre la mayoría de las grandes interrogantes que se puede llegar a hacer el ser humano, las personas no nos ponemos de acuerdo.
Como no soy mujer, muy poco podría aportar sobre este tema. Sin embargo, me he preguntado mucho cómo será vivir metido en la piel de una fémina. Me pregunto a mí mismo cómo sería, y la verdad es que no lo sé.
Cuando miro a las mujeres, en la mayoría de los casos me parecen tan fuertes, tan capaces, que no dejo de admirarme. Tal vez esto se deba a la discriminación a la que han sido objeto durante siglos. El mundo es machista, qué duda cabe. Por eso ellas han tenido que asumir el peso del trabajo en el hogar, y desde que han conseguido la posibilidad de incorporarse al trabajo fuera del hogar, la carga sobre sus hombros ha sido aún mayor, porque si bien los hombres de hoy, no somos como los hombres de hace 100 años, que desarrollaban su vida en medio de una sociedad en la que se entendía a la mujer como un ser que había venido al mundo para servir a sus maridos, aguantarles de todo, maltratos incluidos. Yo mismo escuché a mi madre decir que mi bisabuela decía siempre aquello de que “El honor de un hombre se debía al silencio de su mujer”. Parece que las mujeres de entonces, tenían muy bien asumido su papel de sufridoras. Parece que se sentían orgullosas de su estoicismo.
Creo que en tiempos como esos, no me habría gustado a mí ser mujer.
Hoy por hoy, aunque la vida de las mujeres siga siendo complicada por muchas razones, al menos resulta mucho más llevadera, al punto, que un hombre podría plantearse la posibilidad de ser mujer y disfrutar de los beneficios de tal condición.
De la condición de mujer envidio yo el poder manifestar sin problemas su sensibilidad. En los hombres no siempre se ve bien que uno demuestre debilidades.
Las mujeres son seres físicamente mejor dotados que los hombres. Tienen el don de la belleza y disfrutan esa capacidad de provocar fascinación. Eso me parece maravilloso. Algunos hombres lo consiguen, pero por lo general es una experiencia que las mujeres disfrutan más porque los hombres manifestamos más abiertamente que las mujeres esa fascinación por el sexo opuesto.
La ciencia ha demostrado que el sexo masculino surgió por un error de la naturaleza, por un fallo en el sistema. En un punto determinado de la evolución, algunos cromosomas X perdieron una de sus patas inferiores, y se convirtieron en cromosomas Y, y al mezclarse cromosomas cojos con cromosomas normales, apareció el sexo masculino. Pero está claro que las mujeres podrían sobrevivir por ellas mismas.
De hecho, la ciencia ha demostrado que las mujeres cuando se acercan entre ellas, sus cuerpos producen hormonas curativas. El hecho de que las mujeres se toquen e interactúen entre ellas, les provoca salud y bienestar, cosa que no ocurre entre los hombres, que al parecer, nos repelemos entre nosotros.
La mujer también disfruta de la experiencia maravillosa de la maternidad. Estoy convencido de que la experiencia de sentir crecer dentro de ti a tu hijo, debe ser una experiencia bellísima que los hombres nos perdemos. Seguramente parir será una experiencia increíble, que tiene que cambiarle la vida a las mujeres. Los hombres decimos eso de que daríamos la vida por los hijos, pero las mujeres tienen que pasar por la experiencia del dolor para traer al mundo a sus vástagos.
Otras ventajas de las féminas, las encontramos en el entorno de la sexualidad. Las mujeres, aunque no siempre sucede así, pueden llegar a disfrutar del sexo más que cualquier hombre. Ellas pueden tener muchos orgasmos en un mismo acto sexual, y mientras los hombres nos pasamos el acto aguantando nuestros impulsos eyaculatorios, ellas se sueltan a disfrutar del placer.
Luego, el sexo es algo que ocurre dentro del cuerpo de la mujer, y fuera del cuerpo del hombre. El órgano sexual masculino se encuentra fuera de su cuerpo, y por tanto, aunque los hombres tengamos en el pene, sensaciones intensas durante la cópula, las mismas se quedan fuera de nosotros, y por tanto, nunca llegamos a disfrutar de la experiencia que habitualmente disfrutan las mujeres.
Cuando un hombre y una mujer se despiden, después de haber hecho el amor, ella se queda con la savia de él dentro de su cuerpo, se queda con el recuerdo de su chico dentro de ellas. Esta idea me parece muy romántica. Nosotros los hombres en cambio, no nos llevamos dentro, nada que nos dejara la chica.
Por todas esas cosas, me habría gustado ser mujer. Eso sí, hay una serie de limitantes que me hacen sentirme feliz de mi sexo.
El hecho de tener que cargar con la responsabilidad del embarazo, es ya un esfuerzo grande. La preocupación de no tener embarazos no deseados, los dolores que a veces se tienen en el sexo, el hecho de no tener la seguridad de disfrutar siempre en una cama, lo complejo de guardar las formas para no convertirse en presa de qué dirán. Todo esto es un rollo.
Creo que si yo fuera mujer, me ocuparía mucho más de mi cuerpo, de mantener la figura, pero sería muy sobria a la hora de vestirme, muy natural, no usaría ropas estridentes. Me gustaría usar ropa sexy, descotada. Pondría en riesgo mi reputación por tal de ser feliz y libre.
Cultivaría muchísimo mi intelecto, y jamás me entregaría a esa clase de hombres que piensan que por su dinero, se lo merecen todo.

TADEO