lunes, 9 de marzo de 2009

PELUCHES

PELUCHES

Hace unos días una amiga de mi esposa le dijo que quería regalarle unos peluches para vaciar un poco la habitación de sus hijos. Cuando aquella buen señora se apareció con todos aquellos muñecos que ya no quería, en casa nos quedamos un poco sorprendidos.

Tantos eran, que enseguida me acordé de todos los peluches que atesoramos mis dos hermanas y yo a lo largo de nuestra infancia. ¿Llegaron a 10? No lo recuerdo, pero estoy seguro de que en tiempos de mi infancia, pasaron por mis manos menos de 5 peluches. Y por las manos de mis hermanas, tampoco pasaron muchos más.

Hoy tengo aquí en casa recién lavados, todos estos peluches para ver si los podemos llevar a Cuba poco a poco para regalárselos a los niños de allá, porque bueno, está claro que no los queremos para nuestra hija, pues como cualquier niña primermundista también tiene su habitación inundada de ellos y no queremos que tenga más.

Ante una situación como esta, comprendo que he vivido en dos mundos distintos: uno, en el que los niños tienen pocas posibilidades de tener en sus manos un peluche, y otro, en el que los peluches se vuelven juguetes de un instante, y que rápidamente pasan al montón de juguetes olvidados.


Esta es una prueba más de que no vivimos en un mundo equitativo y justo. No estaría nada mal que los seres humanos pudiéramos distribuir de mejor modo todo lo que tenemos.

TADEO

lunes, 2 de marzo de 2009

EL GUIÑO DE DIOS


EL GUIÑO DE DIOS

Este viernes, en la lotería de la ONCE, salió agraciado un número muy parecido al que yo había comprado. Salió premiado el 28552 y el mío se acercó caprichosamente, pero sólo fue eso, un espejismo, un guiño de Dios que me lo he tomado como una broma pesada, o incluso, como un augurio de buena fortuna, porque a lo mejor será que la suerte se prepara para tocar a mi puerta. Ya veremos.

De momento he cobrado el dinero jugado y le he hecho una foto al billete para dejarlo como un recuerdo de que sólo por un número me he quedado como estoy, sin dinero e hipotecado. Por algo será. Dicen que afortunado en amores, desafortunado en dinero, será que soy afortunado en lo primero.

TADEO