viernes, 11 de mayo de 2007

¿TE GUSTA SER MUJER?

FOTO DE HELMUT NEWTON


¿Te gusta ser mujer? le he preguntado a lo largo de mi vida a muchas mujeres, y he recibido respuestas para todos los gustos. Sobre este tema, como sobre la mayoría de las grandes interrogantes que se puede llegar a hacer el ser humano, las personas no nos ponemos de acuerdo.
Como no soy mujer, muy poco podría aportar sobre este tema. Sin embargo, me he preguntado mucho cómo será vivir metido en la piel de una fémina. Me pregunto a mí mismo cómo sería, y la verdad es que no lo sé.
Cuando miro a las mujeres, en la mayoría de los casos me parecen tan fuertes, tan capaces, que no dejo de admirarme. Tal vez esto se deba a la discriminación a la que han sido objeto durante siglos. El mundo es machista, qué duda cabe. Por eso ellas han tenido que asumir el peso del trabajo en el hogar, y desde que han conseguido la posibilidad de incorporarse al trabajo fuera del hogar, la carga sobre sus hombros ha sido aún mayor, porque si bien los hombres de hoy, no somos como los hombres de hace 100 años, que desarrollaban su vida en medio de una sociedad en la que se entendía a la mujer como un ser que había venido al mundo para servir a sus maridos, aguantarles de todo, maltratos incluidos. Yo mismo escuché a mi madre decir que mi bisabuela decía siempre aquello de que “El honor de un hombre se debía al silencio de su mujer”. Parece que las mujeres de entonces, tenían muy bien asumido su papel de sufridoras. Parece que se sentían orgullosas de su estoicismo.
Creo que en tiempos como esos, no me habría gustado a mí ser mujer.
Hoy por hoy, aunque la vida de las mujeres siga siendo complicada por muchas razones, al menos resulta mucho más llevadera, al punto, que un hombre podría plantearse la posibilidad de ser mujer y disfrutar de los beneficios de tal condición.
De la condición de mujer envidio yo el poder manifestar sin problemas su sensibilidad. En los hombres no siempre se ve bien que uno demuestre debilidades.
Las mujeres son seres físicamente mejor dotados que los hombres. Tienen el don de la belleza y disfrutan esa capacidad de provocar fascinación. Eso me parece maravilloso. Algunos hombres lo consiguen, pero por lo general es una experiencia que las mujeres disfrutan más porque los hombres manifestamos más abiertamente que las mujeres esa fascinación por el sexo opuesto.
La ciencia ha demostrado que el sexo masculino surgió por un error de la naturaleza, por un fallo en el sistema. En un punto determinado de la evolución, algunos cromosomas X perdieron una de sus patas inferiores, y se convirtieron en cromosomas Y, y al mezclarse cromosomas cojos con cromosomas normales, apareció el sexo masculino. Pero está claro que las mujeres podrían sobrevivir por ellas mismas.
De hecho, la ciencia ha demostrado que las mujeres cuando se acercan entre ellas, sus cuerpos producen hormonas curativas. El hecho de que las mujeres se toquen e interactúen entre ellas, les provoca salud y bienestar, cosa que no ocurre entre los hombres, que al parecer, nos repelemos entre nosotros.
La mujer también disfruta de la experiencia maravillosa de la maternidad. Estoy convencido de que la experiencia de sentir crecer dentro de ti a tu hijo, debe ser una experiencia bellísima que los hombres nos perdemos. Seguramente parir será una experiencia increíble, que tiene que cambiarle la vida a las mujeres. Los hombres decimos eso de que daríamos la vida por los hijos, pero las mujeres tienen que pasar por la experiencia del dolor para traer al mundo a sus vástagos.
Otras ventajas de las féminas, las encontramos en el entorno de la sexualidad. Las mujeres, aunque no siempre sucede así, pueden llegar a disfrutar del sexo más que cualquier hombre. Ellas pueden tener muchos orgasmos en un mismo acto sexual, y mientras los hombres nos pasamos el acto aguantando nuestros impulsos eyaculatorios, ellas se sueltan a disfrutar del placer.
Luego, el sexo es algo que ocurre dentro del cuerpo de la mujer, y fuera del cuerpo del hombre. El órgano sexual masculino se encuentra fuera de su cuerpo, y por tanto, aunque los hombres tengamos en el pene, sensaciones intensas durante la cópula, las mismas se quedan fuera de nosotros, y por tanto, nunca llegamos a disfrutar de la experiencia que habitualmente disfrutan las mujeres.
Cuando un hombre y una mujer se despiden, después de haber hecho el amor, ella se queda con la savia de él dentro de su cuerpo, se queda con el recuerdo de su chico dentro de ellas. Esta idea me parece muy romántica. Nosotros los hombres en cambio, no nos llevamos dentro, nada que nos dejara la chica.
Por todas esas cosas, me habría gustado ser mujer. Eso sí, hay una serie de limitantes que me hacen sentirme feliz de mi sexo.
El hecho de tener que cargar con la responsabilidad del embarazo, es ya un esfuerzo grande. La preocupación de no tener embarazos no deseados, los dolores que a veces se tienen en el sexo, el hecho de no tener la seguridad de disfrutar siempre en una cama, lo complejo de guardar las formas para no convertirse en presa de qué dirán. Todo esto es un rollo.
Creo que si yo fuera mujer, me ocuparía mucho más de mi cuerpo, de mantener la figura, pero sería muy sobria a la hora de vestirme, muy natural, no usaría ropas estridentes. Me gustaría usar ropa sexy, descotada. Pondría en riesgo mi reputación por tal de ser feliz y libre.
Cultivaría muchísimo mi intelecto, y jamás me entregaría a esa clase de hombres que piensan que por su dinero, se lo merecen todo.

TADEO

2 comentarios:

NAYA dijo...

Pues a mi me encanta ser mujer,(tardar lo mio en frente al espejo, coquetear con los chicos, las cremitas, uffffffff ......) no desprecio las avilidades de los hombres pero, a mi manera de ver tienen más defectos que virtudes.
Una pena que haya mujeres, que se quieran parecer y como siempre lo que mejor se aprende es lo malo.
De casualidad pero me gusto leerte.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Naya: Gracias por tu lindo comentario. Qué pena que lo encontrara 6 años más tarde. Un abrazo.
Tadeo