domingo, 15 de abril de 2007

TREN RÁPIDO



-Pues como todos sabemos, el desarrollo de la ciencia y la tecnología ha llegado también al mundo de los trenes, dijo el profesor con cara de orgullo a sus estudiantes de bachillerato.
Quién nos iba a decir que íbamos a poder viajar de Madrid a Córdoba en 35 minutos, de Madrid a Barcelona en poco más de 3 horas, y así sucesivamente. No hay dudas de que si en algo estamos todos de acuerdo es en que el futuro será maravilloso y que todos estos avances sólo pueden traer felicidad y confort a nuestras vidas.

Los rostros de los estudiantes estaban iluminados, siguiendo con atención las palabras de un emocionado profesor que no podía disimular su euforia. Sin embargo, María Antonia parecía contrariada. Su cara era un verdadero poema.
-¿Qué te pasa? Dijo el profesor con dulzura. ¿Acaso no te interesan estas cosas? ¿Acaso piensas que estos adelantos no van a influir positivamente en tu vida?
-Influir como influir, lo harán seguro, dijo ella, pero en mi caso tal vez lo hagan negativamente.
-¿Cómo es eso posible, María?, preguntó el profesor.
-Pues mire usted, respondió ella. Este próximo San Valentín había quedado con mi novio para subirnos en un tren con coche cama y hacer el amor durante 6 horas seguidas. Queríamos contagiar con nuestro amor toda la geografía que transitáramos a nuestro paso, pero ahora con esos trenes rápidos...Diga profesor, ¿Hasta donde tendré que ir ahora en tren para tener mis seis horas de placer?

No hay comentarios: